Entrevista a la IIª condesa de Ituarte

S.A.R. doña Antonia Mercedes Castro e Ituarte de Gavaldá

Princesa del Sacro Romano Imperio - XXXVIª Condesa consorte de Toulouse Gévaudan

Sensible, profundamente solidaria, de ideas claras y firmes convicciones, la IIª condesa de Ituarte, presidió el Consejo de la Maison David-Toulouse-Gévaudan y mantuvo en alto el prestigio de la Dinastía franco-mero-carolingia, asentada en Buenos Aires, de la que su hijo es Jefe de Armas y de Nombre hasta el 30 de enero de 2018, cuando fue llamada a la Casa del Padre.

La presente entrevista que reproducimos textualmente fue concedida al medio Suroeste de Caracas, Venezuela en mayo de 2012.

Quisiera Usted contarnos un poco ¿Quién es la II condesa de Ituarte, donde nace y algunos importantes recuerdos de su vida?

Nací en la Provincia de Tucumán, República Argentina, el 24 de septiembre de 1935; en casa de mis Padres. Me anotaron oficialmente en 15 de octubre luego de que mi Madre se recuperara del parto, sucedido -como en aquel entonces se acostumbraba- en su hogar. Soy la cuarta de ocho hermanos. Los mayores a mí, hijos de mi Madre se llamaban Juan, Martín e Hilda. Los tres han fallecido. Viuda mi Madre casa en segundas nupcias con mi Padre, fruto de ese amor nacen tres hijos, quien suscribe, Cándido (fallecido también) y Félix Andrónico. Enviudado mi Padre se casa en segundas nupcias, naciendo mis hermanos menores Eduardo (fallecido) y Héctor. Los tres últimos que he mencionado viven, uno en Buenos Aires y el otro en Tucumán. Los nombres de mis Padres son Amelia del Carmen Ituarte y Sánchez y Tristán Castro y Ortíz. Mi Madre fue la primera condesa de Ituarte, Titulo sub cognome concedido por gracia y merced de doña Josefa de Osorio, Jefa de la Casa Real de Osorio en Hispania y que por disposición de doña Amelia del Carmen hoy recae en mi persona. Mi Padre, muy vinculado, fue Caballero con Cruz de la Real y Americana Orden de Isabel la Católica y Caballero de la Orden de la Estrella de Rumania.

Me crie en el campo de mis Padres en aquella entrañable tierra tucumana, joven me radique en Buenos Aires en donde conocí al XXXVI conde de Gévaudan don Ricardo Alberto Gavaldá, mi esposo, con quien forme una Familia. En 1963 nació nuestro primer hijo don Ricardo Alfredo y en 1969 nuestro segundogénito don Rubén Alberto, hoy Jefe de la Familia, por abdicación de derechos de mi Esposo y declinación y renuncia pública y oficial de mi primogénito a favor su hermano.

Siempre volví a Tucumán a visitar mis afectos. La Familia allí es numerosa, pero ya no puedo ir, dada la enfermedad que me aqueja desde hace años.

Aquí en Buenos Aires con mi esposo, desarrollamos nuestras vidas en la actividad privada, mantuvimos y mantenemos vínculos y relaciones con diversas personas y personalidades del mundo entero; trabajamos en el escenario privado, apoyando la cultura y la preservación de los valores y tradiciones.

Como mencionara líneas atrás hoy mis días ya no son los de antes, a mis 76 años cumplidos, debo soportar los dolores físicos y mentales de un accidente cerebro vascular muy severo, que me impiden hacer todo lo que quisiera. Hago propicia esta causal para agradecer a todos aquellos que me ayudan y apoyan con sus oraciones y compañía. A las Damas de compañía que me acompañan, al Gran Canciller, al personal y, por supuesto, a la Familia.

* Doña Antonia Mercedes, a grandes rasgos ¿Qué es la Maison de Gevaudan?

La Casa David-Toulouse-Gévaudan es una Dinastía Inmemorial en el exilio. Es un privilegio del que gozo por añadidura esponsal. He sido la Madre de los Herederos de la rica historia que alberga la Familia Gavaldá. La Maison de Gévaudan o Gavaldá, su apócope más conocido, no pretende reivindicación territorial alguna en sus antiguos estados, simplemente anhela que la tradición continúe en la senda de la historia como hasta ahora. Gévaudan es un derecho pero también una gran obligación moral e histórica social para todos aquellos que la componemos.

* Inmejorable custodia del linaje de Gévaudan / Gavaldá, su historia y tradiciones centenarias, como Presidenta del Consejo de la Maison ¿Cuál es el trabajo que realiza al frente de este y como lo lleva a cabo?

El Consejo de la Maison lo componemos, conjuntamente con el Jefe de la Casa, mi Esposo, mi hijo Alfredo Ricardo y mis nietas Sofía Belén y Camila Ángeles, estas dos con vos pero sin voto. En las reuniones mensuales y en aquellas extraordinarias que cada miembro convoca motu proprio (si lo cree necesario), debatimos que es lo mejor para la Familia, adoptamos caminos, aconsejamos y proponemos al actual Príncipe de Septimania y Conde de Gévaudan qué hacer por el bien de todos. Velamos y resguardamos tanto el archivo oficial de la Casa cómo y por sobre todo sus tradiciones.

Personalmente rubrico las decisiones que colegiadamente tomamos.

* Viuda de S.A.R don Ricardo Alberto y madre de S.A.R don Rubén Alberto de Gavaldá y Castro, tronalmente "Esteve IV", actual cabeza de la familia ¿Qué representa para usted ese doble e importantísimo rol que le ha deparado la vida?

Mucho indudablemente. Si bien pertenecía a la nobleza titulada por mi Madre, nunca imaginé casarme con un pretendiente en el exilio y acompañarlo al frente de sus obligaciones y deberes durante tantos años. Claro, eran otros tiempos, hoy la tecnología acerca y globaliza todo en segundos, comunicando instantáneamente. Ver la continuidad de éste trabajo en don Rubén Alberto me da tranquilidad y la seguridad de haber hecho bien las cosas.

* Como Presidenta del Consejo ¿Cuáles son sus responsabilidades, y, como dama del siglo XXI, que representa para Usted tener tal responsabilidad?

Mi principal responsabilidad es acompañar al actual XXXVII conde de Gévaudan. Por eso pido a Dios Nuestro Señor guíen siempre nuestros pasos. Presido el Consejo desde 2004 por pedido explícito de mi Hijo, quien confía plenamente en mi como yo en él. La responsabilidad es alta, no puedo eludirla.

* Solidaridad creo es una de las palabras clave que describen a la Casa, y esa solidaridad es prodigada no solo en Argentina, donde la Dinastía tiene asiento, sino en los diferentes países, donde se encuentran las representaciones diplomáticas de la Maison ¿De qué manera se realiza ese trabajo solidario y cuál ha sido hasta ahora la respuesta de quienes lo reciben?

El trabajo solidario nunca alcanza. Las necesidades en todo el mundo son muchas y son muchos los pedidos de ayuda que recibimos. Ante esta realidad la Maison responde con programas, acciones y trabajo a través de sus Representaciones Diplomáticas, éstas están al frente de personas que colaboran con nosotros "ad honorem". Son depositarios de la confianza del Jefe de la Casa, y en su buena fe, y en el marco propio del país en donde se encuentran se trabaja no tan solo en cuestiones materiales y alimenticias sino también en aspectos hospitalarios y de preservación de la cultura, en muchas de sus expresiones.

* S.A.R. ¿Las misiones diplomáticas de la Maison solo tienen carácter humanitario/solidario o por el contrario, son instancias que desempeñan una gestión de verdadera cooperación y amistad con los entes gubernamentales e institucionales de cada país?

Mantener una presencia viva y activa de nuestra Maison en cada uno de estos Estados es una de las mejores y más concretas maneras de tener presencia. Si bien el mundo está globalizado y mediatizado a través de las diversas formas contemporáneas de comunicarse, la Casa mantiene la tradición de vincularse a través de Representantes Oficiales. Ellos son una gran ayuda; sus funciones son netamente diplomáticas en todas sus posibles formas. Diplomacia con un rostro humano. Viva y activa. Generan planes de acción "motu proprio" y responden a los pedidos de acciones concretas que el Jefe de la Casa les solicita.

Si bien los Jefes de Nombre y de Armas de Familias ex reinantes (Dinastías Memorial o Inmemorial en el exilio para ser más exactos en nuestro caso) sin pretensión territorial alguna, son tratados -por el Derecho Nobiliario y por el Derecho Internacional- como efectivos Jefes de Estado. Sus Representaciones Diplomáticas son de carácter esencialmente humanitario, hospitalario, solidario, cultural y casi nunca políticas. Por ello, los niveles de comunicación y cooperación se dan entre otros con diversos organismos y corporaciones supranacionales, nacionales y particulares; entre ellas y a modo de ejemplo cito: universidades, academias, ordenes de caballería, institutos de investigación, asociaciones religiosas, iglesias, áreas gubernamentales dedicadas a la historia, acción social, etc.

* Siendo la progenitora del Soberano del Pueblo Franco ¿Cómo ve Usted el trabajo que ha desempeñado S.A.R hasta los actuales momentos y en qué se diferencia de sus antecesores?

Su progenitor inmediato fue mi difunto esposo el XXXVI conde de Toulouse - Gévaudan. Tanto él como su Padre don Enrique José, de quien guardo feliz memoria, han llevado los intereses de la Maison de la mejor manera posible en la realidad histórica que les tocó. Desde la incursión de la globalización mediática, tal cual señalara en párrafos anteriores, ha cambiado todo en pocas décadas. Don Rubén Alberto es una persona joven que maneja muy bien la realidad comunicacional de este III milenio y está a la altura de lo que su rango e investidura requieren. Conserva la estructura que ha heredado de sus Padres y ha sabido adecuarse a los cambios muy acertadamente. Es una persona de sólidos conocimientos y noble corazón. Todo lo que un verdadero Jefe de Dinastía debe tener. Nosotros, su Padres estamos orgullosos de él y de su trabajo.

* El mundo actual se encuentra inmerso en una crisis y caos total a todo nivel. Especialmente a nivel político, en muchas naciones europeas se escuchan voces que claman por un cambio radical y retornar a las antiguas monarquías ¿Cree S.A.R. que este fenómeno podría darse dadas las circunstancias o son voces que claman en el desierto? Y según su concepto ¿Qué aportes podrían ofrecer las Casas Reales a las sociedades modernas?

Es cierto lo que Usted afirma, pero no creo que pueda volverse al sistema monárquico en muchos países. El mundo ha cambiado radicalmente en poco tiempo. Movimientos pro monárquicos existieron siempre. La aristocracia implica el gobierno del más apto, pero ¿cuántos nobles son verdaderamente aptos para gobernar bien un estado? No veo a algunos herederos con condiciones. Pero más allá de esta opinión personalísima, creo que el sistema monárquico (que es tan bueno y tan malo como el republicano), depende de quien llega arriba. De ser viable la propuesta debería actualizarse y así podría ser tenida en cuenta para retornar a lo que fue, y ser una opción de gobierno válida.

Entiendo, también, que debería ser democrática y electiva entre quienes tienen derechos legítimos y no automáticamente hereditaria. Algo así como lo fue el Sacro Romano Imperio o como lo es hoy actualmente el Papado.

Las Casas Reales, felizmente reinantes, o memoriales o inmemoriables en el exilio son depositarias de toda la riqueza heráldica-histórica de un pueblo. Son un reservorio de tradiciones y custodio de ellas. Pueden y deben aportar mucho en todo momento. Son la historia y continuidad viva de ella en un país. Sus derechos son inalienables e imprescriptibles y perduraran el tiempo que perduren los siglos.

* Dando una mirada a lo más próximo. Haciendo un ejercicio de visualización ¿Cómo ve S.A.R el futuro de la Maison Davida Toulouse Gévaudan?

El futuro de la Casa David Toulouse Gévaudan fue, es y será siempre prospero. Internacionalmente a través del Almanaque de Würzburg ha sido reconocida como la única Familia continuadora de la Dinastía Merovingia, por lo que es la primera Casa Real con derechos sobre el pueblo franco, con mayor y preferente derecho antes de la Dinastía Bonapartista (4ta.), de la Dinastía de Orleans (3era.) y de la Dinastía de Bourbon (2da). El porvenir, a la luz de la impronta dada por don Rubén Alberto, ha puesto a la Dinastía en los umbrales del III milenio con la justa y clara actualización de su realidad en la historia y en la noche de los tiempos. Obviamente dependerá de los sucesores del XXXVII conde; confiamos en que Dios Nuestro Señor por la intercesión de San Privad de Mende y San Firminus de Gabales siga guiando a la Familia en los pasos a seguir, dándole los lideres que necesita.

* Pertenecer a una Casa Real no es tarea fácil a pesar de la desvirtuada creencia que los príncipes son seres frívolos, indiferentes, que no hacen nada productivo. Sabemos y nos enorgullece constatar que la Casa de Gavaldá no es uno de esos casos. Entonces me permito preguntar con todo respeto ¿Cómo es un día de S.A.R la Condesa de Ituarte?

Bueno, estimado Amigo. Debo confesarle que desde hace unos años, al verme embargada por una grave enfermedad como es la que me aqueja, solo estoy en mi residencia con poca vida pública. Llevo una actividad recoleta. Acompaño a mis Hijos desde -generalmente- mi cuarto y sala de estar. Poco puedo hacer ahora fuera de ellos. Acompaño dentro de mis posibilidades. Aconsejo y honorariamente presido el Consejo Real de Familia por pedido explícito de mi hijo don Rubén Alberto. La Presidencia de Instituciones de caridad y demás la ejerzo simbólicamente. Estoy acompañada por mi Familia y por las Damas de Compañía que desde hace años y como ya referenciara están cerca de mis afectos. Sin ellos no podría haber contestado sus preguntas. Hago propicia la ocasión para hacer público mi reconocimiento a todos ellos.

* Para finalizar este maravilloso encuentro que agradezco infinitamente, ¿Quisiera S.A.R dar algún mensaje final a nuestros lectores y muy especialmente a los Embajadores de la Casa?

Si, por supuesto. En primer lugar agradecerles todo lo que han hecho, hacen y harán por la mayor gloria de la Casa.

En segunda instancia pedirles que acompañen a don Rubén Alberto de Gavaldá en todo cuanto puedan. La unión hace la fuerza por lo que los invito a fortalecer sus vínculos personales, porque los se plenos y llenos de riquezas que harán bien en compartirlas con otros pares.

Si mi Hijo confía en Ustedes toda la Familia también lo hace. Recen por mí, yo lo hago por todos Vosotros, por su labor y por sus Familias, y que ¡¡¡Dios sea loado siempre!!!